Consejos de alimentación para el invierno
Publicado el 27 febrero, 2015 por SIGREEl invierno es una época del año caracterizada por el contraste de temperaturas, bajas en el exterior y altas en espacios cerrados con calefacciones, lo que puede aumentar el riesgo de infecciones y resfriados.
Además, esta época del año se caracteriza por sus pocas horas de luz, lo que suele afectar al estado de ánimo y a nuestros hábitos sociales, ya que pasamos más horas en casa.
Por todo ello, debemos cuidar especialmente nuestra alimentación, que debe ser rica, variada y cargada de verduras, lo que nos ayudará a mantener nuestras defensas altas.
En este post, te damos una serie de consejos sobre cómo debes alimentarte durante las estaciones más frías. Síguelos y tu salud saldrá ganando.
Frutas y verduras frescas en el menú
Las frutas y las verduras frescas proporcionan muchas vitaminas, minerales y fitoquímicos. Estos nutrientes ayudan a fortalecer el sistema inmunitario y, al mismo tiempo, a aumentar nuestro rendimiento.
Dentro de las verduras, es especialmente beneficioso el brócoli, ya que es rico en vitamina C, es antioxidante y muy bajo en calorías.
Las hojas verdes crudas de algunas verduras, asimismo, también son recomendables, puesto que aportan clorofila con efecto depurativo y enzimas.
Además, procura optar por las frutas y verduras de temporada: naranja, mandarina, piña o pomelo, entre otras frutas, y calabaza, endibias, achicoria roja, tubérculos y todos los tipos de calabacín, entre algunas verduras, que son muy buenas en esta época del año.
Por último, recuerda que todas las “verduras que te hacen llorar”, como la cebolla o el ajo, también son muy beneficiosas en esta época del año.
El invierno es un buen momento para incorporar sopas en nuestra dieta. Es recomendable si pueden ser caseras, ya que los caldos instantáneos contienen muchos aditivos. Su gran contenido acuoso nos ayudará a hidratarnos, al tiempo que proporcionan pocas calorías.
Vitamina D, remedio contra la depresión invernal
La deficiencia de vitamina D está vinculada a muchos problemas de salud como la depresión, osteoporosis o enfermedades cardíacas. La mejor fuente de vitamina D es la luz solar.
En invierno, con menos horas de luz, es conveniente introducir alimentos en nuestra dieta que incluyan la vitamina D, como pescados, huevos, aguacate y champiñones. Además, el calcio también puede ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad.
Comidas y bebidas calientes
Como regla general, asegúrate de tener en tu menú alimentos y bebidas calientes con muchas especias. Estos calientan los órganos y músculos por dentro, estimulan la circulación sanguínea y, al mismo tiempo, nos facilitan aguantar las bajas temperaturas.
Líquidos
En invierno, como consecuencia del frío, tendemos a beber menos líquidos. Un buen método para mantenernos hidratados es tomar té e infusiones, lo que beneficiará a nuestro organismo, evitando la retención de líquidos y favoreciendo la buena circulación de la sangre.
Y tú, ¿qué otros consejos alimenticios sigues para el invierno?