Consejos básicos para actuar en el hogar ante una emergencia (1)
Publicado el 29 enero, 2015 por SIGRESeguro que, en alguna ocasión, te has visto envuelto en una emergencia en casa en la que no has sabido bien cómo actuar.
Una quemadura inesperada, un corte repentino… situaciones que se producen en el momento menos pensado y ante las cuales es habitual quedarnos paralizados o, todo lo contrario, actuar presa de los nervios.
Para evitarlo, te proponemos estos consejos que te sacarán del apuro y te permitirán conocer qué pasos dar ante las siguientes situaciones:
Quemaduras
Se trata de una lesión muy frecuente en los hogares, principalmente producida en la cocina, ya que es fácil quemarse guisando, con el horno, con el aceite que salta al freír o, por ejemplo, con la plancha.
Ante una quemadura, lo primero que se debe hacer es interrumpir el contacto entre el agente causante y el organismo. De esta manera, si se trata de un fuego, lógicamente deberemos apagarlo; si es un producto químico la causa de la quemadura, retirar el producto de la piel, etc.
A continuación, se recomienda aplicar abundante agua fresca sobre la zona afectada. Esta acción permite retirar los restos del agente causante y también contribuye a disminuir la inflamación y a aliviar el dolor, por lo que es muy beneficiosa.
Si la lesión es leve, puede aplicarse un antiséptico y un apósito para reducir el riesgo de infecciones. Eso sí, hay que hacerlo unas horas después del accidente, cuando se haya reducido la inflamación y el dolor.
Posteriormente, también es aconsejable acudir a un médico para que evalúe la quemadura, lo que debe efectuarse también en caso de que ésta revista de gravedad.
En quemaduras de primer grado, las cremas hidratantes y, especialmente, el aloe vera resultan muy beneficiosas. Por el contrario, hay una serie de “mitos” o creencias populares que no son nada recomendables de llevar a cabo, ya que resultan dañinas:
- Aplicar pomadas, cremas, pasta dentífrica… sobre la quemadura. Recuerda: sólo agua.
- Romper las ampollas, pues el líquido que contienen protege de la posible infección. Al romperlas, lo que estamos haciendo es facilitar la entrada de gérmenes.
- Despegar la ropa o cualquier otro elemento que esté pegado a la piel.
Cortes
Otra lesión frecuente en nuestros hogares son los cortes que nos podemos producir, por ejemplo, cuando estamos manipulando un cuchillo o abriendo una lata.
Como recomendación general, debemos mantener estos objetos, así como tijeras y otros objetos peligrosos, fuera del alcance de los niños.
Si durante la manipulación de alguno de estos objetos nos cortamos levemente, lo primero que debemos hacer es lavar la zona con jabón líquido o con un gel antibacteriano, para prevenir una infección.
Si continúa sangrando, debemos presionar directamente para evitar que la sangre siga brotando y, posteriormente, aplicar una crema antibacteriana y un vendaje limpio que no se pegue a la herida.
En caso de heridas, se debe también proceder al lavado de la misma con jabón o con limpiador bacteriano.
Además, es conveniente buscar posibles objetos que hayan quedado dentro de la herida, procurando no hurgar. En caso de encontrarse algún elemento externo, no se debe retirar, sino que es aconsejable acudir al servicio o sala de urgencias.
Si no se puede ver nada dentro de la herida, lo que es relativamente frecuente, pero falta un fragmento del objeto que la causó, es aconsejable también buscar atención médica.
Salpicadura de lejía en los ojos
Si accidentalmente nos salpica lejía u otro producto químico en los ojos, es probable que le sucedan síntomas como enrojecimiento, dolor agudo, lagrimeo, dificultad para abrir el párpado y posible inflamación.
¿Qué hacer ante esta situación? Lavar el ojo con agua limpia durante al menos 15 minutos, procurando que el agua llegue a todas las partes.
No se deben aplicar colirios, ni gotas para favorecer la humedad, ni lágrimas artificiales hasta que lo indique el especialista, al que deberemos acudir para que efectúe un diagnóstico.