Ecoinventos para un planeta más sostenible

Publicado el 30 abril, 2020 por SIGRE

El paso del coronavirus por nuestras vidas va a marcar un antes y un después en nuestra forma de hacer y entender las cosas. Los esfuerzos para frenar su expansión han vaciado nuestras calles, colegios, museos, estadios y tiendas, pero hay algo que es posible que esta complicada situación haya fomentado y es nuestro espíritu creativo. Y es que, confinados en nuestros hogares, también hemos podido dar rienda suelta a nuestra imaginación y dedicar ese necesario tiempo de reflexión para el que nunca encontrábamos un hueco en nuestras apretadas agendas.

Pues bien, en este post queremos poner en valor ese espíritu creativo e innovador de todos aquellos que, con su ingenio, desarrollan ideas prácticas y originales y, al mismo tiempo, compatibles con el respeto a la naturaleza, el equilibrio del medio ambiente y, por extensión, también con el cuidado de nuestra salud. Por ello, en esta ocasión, hemos seleccionado para todos vosotros algunos interesantes Ecoinventos que permiten seguir avanzando hacia un planeta más sostenible, afrontar la crisis climática e impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.

OasiSaw, un columpio muy especial

Este original balancín diseñado por Jin Hyuk Kim, de la Universidad de Hanyang (Corea del Sur), es, en realidad, un novedoso sistema que utiliza la energía generada durante el propio movimiento para alimentar una bomba que extrae agua subterránea.

El bombeo de agua genera corriente eléctrica, mediante una turbina que conecta al grifo. La bomba tiene, a su vez, incorporado un filtro que elimina virus y bacterias, de forma que el propio juego se convierte en una fuente de agua potable. Un invento ideal para las comunidades sin fácil acceso al agua y a la electricidad.

Un deshidratador solar casero para disfrutar de unos aperitivos saludables

El secado es una forma de conservación natural muy saludable, que permite eliminar la humedad de frutas y hortalizas, evitando así que las bacterias vayan descomponiéndolas con el paso del tiempo.

¿Y si pudiéramos deshidratar en casa nuestras piezas de fruta y hortalizas favoritas para alargar su conservación, ahorrar dinero en la compra de aperitivos y consumirlas, además, de una forma deliciosa y saludable?

Pues esto es posible si te animas a construir tu propio deshidratador solar casero, una opción mucho más eficiente y económica que los que funcionan con electricidad. No te pierdas este tutorial para fabricar y personalizar tu propio deshidratador solar, utilizando materiales reciclados.

 

 

 

 

 

 

 

 

NewspaperWood, o el papel que vuelve a ser madera

Una marca de muebles holandesa ha presentado un nuevo material elaborado con periódicos usados, para convertirlos en un material compacto con un aspecto similar a la madera tradicional.

Mediante una innovadora técnica, llamada «Kranthout«, los periódicos se enrollan para fabricar tablones y las distintas capas de papel, junto con la tinta impresa, imitan las vetas y el aspecto propio de la madera auténtica.

Sin duda, si esta idea consiguiera popularizarse, se convertiría en una alternativa barata y accesible para construir mobiliario. Además, conseguiría dar una segunda vida útil y prolongada a la gran cantidad de papel de periódico que se produce y consume en la actualidad y ayudaría también a frenar los efectos negativos de la deforestación.

La sorprendente máquina que convierte plástico en combustible

El misionero argentino Walter Rosner, investigador y metalúrgico, ha ideado y construido nada menos que un reactor capaz de convertir el plástico común de los envases reciclados en combustible para vehículos y máquinas.

Este invento puede procesar hasta 30 kilogramos de plástico cada 90 minutos y con tan solo 10 kilogramos de plástico, es capaz de producir hasta 9 litros de combustible. Un proceso del que se obtienen también otros materiales como aceites, carbón y brea para asfalto.

Salt, la lámpara de agua y sal

En la era de la tecnología cuesta creer que siga habiendo lugares en el planeta sin acceso a la electricidad, pero esa es la realidad de muchas familias. Por ello, la empresa filipina Salt decidió desarrollar una lámpara que no funcionara con electricidad, sino con algo mucho más simple y barato: un vaso de agua y dos cucharadas de sal.

La luz de esta lámpara tiene una duración de ocho horas y es mucho más responsable con el medio ambiente que otras lámparas, como las de queroseno.

Salt se ha convertido así, no solo en una solución económica, ecológica y accesible a los más desfavorecidos, sino también en un movimiento social que pretende hacer llegar la luz a todas esas familias sin acceso a la red eléctrica, que viven actualmente en la oscuridad.

 

Fuentes: Ecoinventos.com, Yankodesign.com, Bioguia.com

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