Tú tienes la receta para evitar las resistencias

A estas alturas ya nadie debería dudar de la estrecha relación que existe entre la salud humana, animal y el medio ambiente. Una interdependencia que se conoce como «One Health» («Una sola salud»).

Así, por ejemplo, los cambios en los hábitats y en las condiciones ambientales están propiciando un mayor acercamiento entre animales y personas, que dan lugar a que algunas enfermedades (COVID-19, viruela símica, gripe aviar, etc.) puedan ser transmitidas entre ellos. Esto se conoce como zoonosis y actualmente se calcula que animales y humanos compartimos cerca de 300 enfermedades. Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), un 60% de las enfermedades infecciosas conocidas en humanos son de origen animal, así como un 75% de los agentes patógenos humanos emergentes.

El abuso de los antibióticos es otra de las causas del aumento de esta zoonosis. Los antimicrobianos utilizados en veterinaria y en salud humana pertenecen en su mayoría a las mismas familias y comparten similares mecanismos de acción. Como consecuencia del uso inadecuado de estos medicamentos se produce un incremento de las resistencias bacterianas en los seres vivos, aumentando los riesgos de transmisión de bacterias resistentes entre el ser humano y los animales por la cadena alimentaria o por otras vías de contacto.

El correcto tratamiento ambiental de los residuos de antibióticos es también un elemento importante para reforzar los principios de “Una sola salud”, ya que permite evitar que lleguen a nuestros ecosistemas y que las bacterias presentes en los suelos y aguas desarrollen resistencia al entrar en contacto estas sustancias antibióticas.

Hace poco pusimos en marcha nuestra nueva campaña de concienciación bajo el lema “#TúTienesLaReceta para cuidar el planeta”, a través de la cual queremos seguir concienciado a toda la sociedad sobre la importancia que tiene para nuestra la salud y para el planeta el depositar los residuos de medicamentos, y en especial los antibióticos, en el Punto SIGRE de la farmacia.

De esta forma, no solo evitaremos que estos residuos contaminen las aguas y los suelos, sino que ayudamos a evitar la creación y propagación de las resistencias a los antibióticos.

Por ello, es muy importante que recuerdes que nunca debes tomar antibióticos si no es bajo prescripción facultativa, que debes seguir el tratamiento prescrito y nunca guardarlos en tu botiquín, sino llevarlos al Punto SIGRE para que reciban un correcto tratamiento medioambiental.

#JuntosCuidamosElPlaneta y nuestra salud

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